«El hombre es mortal por sus temores e inmortal por sus deseos.»
 — Pitágoras

La muerte es inevitable, pero nuestros deseos y acciones pueden trascender más allá de nuestra existencia física.

Mayo nos invita a reflexionar sobre lo efímero de la vida y, al mismo tiempo, sobre aquello que permanece: el legado que dejamos, el amor que damos, las huellas que marcamos en otros.
 

Aceptar nuestra mortalidad no es rendirse al final, sino reconocer la fuerza de lo que somos capaces de crear mientras vivimos.
 

Que este mes nos inspire a vivir con sentido, a actuar con propósito y a sembrar lo que realmente vale la pena trascender.